Si bien es cierto que nosotras cargamos a nuestros hijos 9 meses en el vientre y otros años más en brazos, a veces físicamente son un clon de su papá. Muchas veces he escuchado a las mamás quejarse de eso, diciendo que ellas sólo son el molde pero que los peques son igualitos a su pareja, indicando que no es justo por todo el trabajo que tenemos invertido en ellos.